Miguel Mejía advierte nueva guerra entre las dos Coreas produciría cataclismo mundial

| 2 abril, 2013

FOTO MIGUEL MEJÍASANTO DOMINGO, RD.-El secretario general del Movimiento Izquierda Unida (MIU), Miguel Mejía, advirtió que el estallido de una nueva guerra entre las dos Coreas, aunque fuese con armas convencionales, produciría un estremecimiento cataclísmico y la ruptura del equilibrio geopolítico mundial, en medio de un panorama caracterizado por profundo crisis en que se debaten las naciones del universo.

No obstante, planteó que la posición de Corea del Norte constituye una reacción a una provocación abierta de Estados Unidos y de Corea del Sur frente a su vecino.

“En un mundo interconectado y altamente interdependiente, todo lo que ocurra en la Península de Corea, al Norte o al Sur del paralelo 38, ha de tener consecuencias mundiales, y es por ello que la opinión pública mundial, y todas las personas amantes de la paz, han elevado sus voces, e instado a la ONU (Unión de las Naciones Unidas) y demás organismos internacionales, a redoblar sus esfuerzos por el mantenimiento de un clima pacífico y de justicia duradera en esta zona de tensiones”, manifestó.

Asimismo, consideró que la tarea más urgente del momento es evitar el conflicto y asegurar la paz, aunque para esto último, sin vacilación ni medias tintas, haya que condenar y frenar a los intereses hegemónicos e imperialistas que, en todo el mundo, se alimentan del dolor, la destrucción y la muerte de los pueblos y las naciones.

 A continuación, el texto íntegro de las declaraciones de Mejía frente a la eventualidad de un conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur:

¿A quién beneficia una guerra en la península coreana?

“El mundo actual es muy diferente al de 1950 cuando, en el marco de las tensiones e intereses geopolíticos de la Guerra Fría, se produjo una lamentable y costosa guerra entre las dos partes de una misma nación, con más de 5 mil años de historia común. Aquella conflagración, que produjo enorme destrucción, muertes y sufrimientos, aún proyecta una sombra inquietante sobre la vida de todos los coreanos, y ha sido motivo de constantes tensiones y alertas, a escala global.

“Por estos días los riesgos de que las dos Coreas se enfrenten en una nueva guerra han escalado hasta niveles nunca antes vistos, llenando de preocupaciones justificadas a la mayor parte de los pueblos del planeta. Un nuevo estallido, aunque fuese con armas convencionales, produciría un estremecimiento cataclísmico y la ruptura del equilibrio geopolítico mundial, provocando reacciones en cadena e involucrando a actores alejados de la región. Teniendo de fondo el panorama de profunda crisis global en que se debaten las naciones del universo, no sería osado pronosticar el inicio de una de las etapas más oscuras de los tiempos modernos, pudiendo escalar hasta desatar una nueva conflagración mundial.

“En un mundo interconectado y altamente interdependiente, todo lo que ocurra en la Península de Corea, al Norte o al Sur del paralelo 38, ha de tener consecuencias mundiales, y es por ello que la opinión pública mundial, y todas las personas amantes de la paz, han elevado sus voces, e instado a la ONU y demás organismos internacionales, a redoblar sus esfuerzos por el mantenimiento de un clima pacífico y de justicia duradera en esta zona de tensiones.

“Pero no basta con apagar apresuradamente el fuego que otros atizan. Si no se enfrentan las condiciones que generan, cada cierto tiempo y con escalofriante regularidad, estos estallidos cíclicos de tensiones y enfrentamientos, estaremos condenados a vivir en una vigilia perpetua y eso es inaceptable.

“El pasado 7 de enero, el Movimiento Izquierda Unida, de República Dominicana, envió una carta de felicitación a la Excelentísima señora. Park Geun-hye, presidenta electa de la República de Corea del Sur en los comicios de diciembre pasado, en una de cuyas partes podía leerse:

“Sus incuestionables dotes como líder del partido Saenuri, sus cualidades como estadista, su sabiduría y su espíritu conciliador y constructivo le han hecho merecer la confianza del pueblo que la escogiese democráticamente para ocupar tan alto destino. Usted pasará a la  historia de su patria, no sólo como la primera mujer que ocupe la Presidencia, sino también por lo que es aún más importante, por el  compás de esperanza que abre ante sus conciudadanos y la opinión pública internacional en temas de política exterior, como por ejemplo, el mejoramiento de las relaciones bilaterales con Japón, y muy especialmente, con la República de Corea del Norte”.

Sobre las perspectivas históricas que se abrían con la elección de la nueva presidenta surcoreana y las últimas declaraciones de los líderes de Corea del Norte, la carta del MIU enunciaba:

“Como nunca antes en la historia más reciente, según la apreciación de diversos gobiernos y analistas políticos, a la que se suma el  Movimiento Izquierda Unida, de República Dominicana, hoy están dadas las condiciones para iniciar un diálogo entre coreanos, sin necesidad de la intervención de otras potencias extranjeras, con el objetivo de buscar una salida a un conflicto que es un obstáculo para la felicidad, la paz y el bienestar de la  sociedad y la familia coreana. Ejemplos recientes, en otras partes del mundo, como lo son China y Alemania, han demostrado que con voluntad política, audacia y sentido nacionalista e histórico es posible reunir lo que un día separaron las guerras”

“Asombrosamente, en momentos en que estaban dadas las condiciones, por ambas partes, para avanzar de manera concertada hacia el establecimiento de relaciones de paz y buena vecindad, incluso, para el inicio de un proceso de reunificación y reconciliación nacional, estallan de nuevo las tensiones de manera sumamente extraña y preocupante.

“Como detonante del conflicto han actuado las pruebas misilísticas y nucleares de Corea del Norte, efectuadas el 12 de diciembre y 12 de febrero, respectivamente, con las que este país ha pretendido responder, disuasivamente, al reforzamiento de las maniobras militares conjuntas entre Corea del Sur y Estados Unidos, al vuelo de bombarderos estratégicos B-52 sobre la península y al incremento de las barreras antimisiles norteamericanas. La retórica del enfrentamiento y ciertos pasos dados, como la anulación del armisticio de 1950 y las sanciones contra Corea del Norte, aprobadas por el Consejo de Seguridad, sólo han complicado la situación, llegando hasta un estado virtual de guerra.

Refirió que “analistas políticos y estudiosos de la región han afirmado que el verdadero detonante de esta crisis no ha sido la reacción de Corea del Norte ante lo que ha evaluado como una escalada en su contra de los Estados Unidos, a través de Corea del Sur y otros aliados, sino el creciente impacto en la economía mundial que está teniendo una región emergente conformada por la península coreana, China, Japón y Rusia, donde el liderazgo norteamericano está visiblemente en retirada, al igual que en otras zonas del mundo”.

 ¿A quién podría beneficiar una nueva guerra entre las dos Coreas?

“Es evidente que a ninguna de las dos, ni a otros países vecinos que podrían sufrir las mayores consecuencias de un estallido. Pero sí a fuerzas imperialistas foráneas que tienen en las guerras una de sus principales fuentes para paliar las crisis, beneficiar al Complejo-militar industrial, y a su economía, en general, muy urgida de crear empleos y remontar la recesión sostenida que la agota. Una guerra destructiva podría ser también una advertencia a otros países y potencias emergentes, que están actuando con soberanía y autodeterminación, alejadas de los dictados de Washington.

“La tarea más urgente del momento es evitar el conflicto y asegurar la paz, aunque para esto último, sin vacilación ni medias tintas, haya que condenar y frenar a los intereses hegemónicos e imperialistas que, en todo el mundo, se alimentan del dolor, la destrucción y la muerte de los pueblos y las naciones”.

Redacción Cristalgital.com.do

 

 

 

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