Tema educación en RD

Con una educación de calidad es posible que la República Dominicana alcance verdaderos niveles de desarrollo, disminuya su desigualdad social, y reduzca sus altos índices de delincuencia.

No obstante, resulta sorprendente que el Gobierno con pleno conocimiento de esos beneficios, no otorgara el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) al sector educación, en el Presupuesto General del Estado de 2012, y sólo estableciera un 3%, sumando las asignaciones presupuestarias de dos ministerios.

Esos ministerios son el de Educación (Minerd), que tiene asignado RD$58,590.42 (2.5% del PIB), y el de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT), que tiene establecido RD$7,789.54 millones (0.3% del PIB). Ambas asignaciones alcanzan RD$66,379.96 millones (3% del PIB).

Para lograr el 4% del PIB, como establece la Ley General de Educación 66-97, faltan RD$23,431.3 millones, con los que se llega a RD$89,811.2 millones (4% del PIB).

En el Presupuesto General del Estado de 2012, ascendente a RD$430,000.81 millones, el PIB estimado es de US$58,142.1 millones y la tasa de cambio promedio pronosticada es de RD$40.30.

A pesar de dicho faltante, con el que se puede obtener el mencionado 4% del PIB, la ministra de Educación, Josefina Pimentel, asegura que ninguna gestión de gobierno en el país, ha hecho más inversión en educación que las administraciones que ha encabezado el presidente Leonel Fernández.

Entre otras cosas, Pimentel menciona la construcción de escuelas e introducción en las mismas, de computadoras, así como la distribución diaria de un millón 500 mil raciones alimenticias, para el Desayuno Escolar.

No obstante, es oportuno recordar, que recientemente, Marta Santos Pais, representante especial sobre Violencia contra la Niñez de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con rango de asistente del secretario general, Ban Ki-moon, dijo que en los países nórdicos (Finlandia, Noruega, Suecia, Dinamarca e Islandia) la inversión en la educación de la infancia «es una prioridad, incluso, en momentos de recesión», por lo que en ellos, las desigualdades y los niveles de criminalidad son extraordinariamente bajos.

Por Miguel Lugo

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