Evangélicos condenan el narco y corrupción

| 2 enero, 2015
Asistencia. Cerca de 60 mil personas se congregaron en el Centro Olímpico de la capital para participar en la Concentración Evangélica "La batalla de la fe". En el acto 32 pastores tomaron la Santa Cena en representación de las diferentes demarcaciones del país.

Asistencia. Cerca de 60 mil personas se congregaron en el Centro Olímpico de la capital para participar en la Concentración Evangélica «La batalla de la fe». En el acto 32 pastores tomaron la Santa Cena en representación de las diferentes demarcaciones del país.

SANTO DOMINGO, RD.-El pastor Ezequiel Molina deploró ayer el narcotráfico, el sicariato y el matrimonio entre parejas del mismo sexo, al dirigir su mensaje “Entre la vida y la muerte”, durante la Concentración Evangélica Nacional la Batalla de la Fe, en la que miles desafiaron el candente sol y el hambre para alabar y adorar a Dios en el Centro Olímpico.

Cuando el pastor evangélico abordaba el tema del narcotráfico, en la concentración que se realiza cada 1° de enero desde hace 51 años, hizo una pausa y se quedó cabizbajo frente al podio. Al cabo de unos segundos sufrió un mareo y fue auxiliado por su hijo, Ezequiel Molina Sánchez, y otros parientes, pero no pudo continuar sus palabras. Los presentes comenzaron a clamar a Dios por su mejoría.

Muchos lloraron inconsolablemente y cayeron de rodillas mientras Molina era bajado de la tarima para recibir asistencia médica.

En su mensaje, el pastor dijo que a pesar de los adelantos, en el país hay males que no se han podido resolver porque hay una doble moral, como el problema de las drogas, “donde no son todos los que están ni están todos los que son”.

Dijo que la Biblia dice que son malditos los que cometen sicariato, prevaricación, abuso de poder, insubordinación, incesto e idolatría. “Hay que ser una bestia para recibir 15 ó 20 mil pesos y darle para abajo a una persona inocente”.

Tras superar el malestar, Molina apuntó que hay tres flagelos que atormentan la sociedad: la droga, en cuyo negocio hay muchas víctimas e intereses envueltos; la perversión sexual que conlleva al matrimonio entre personas del mismo sexo, y la corrupción.

Pastor también ataca la doble moral 

Ezequiel Molina dijo que la sangre de cada inocente que los sicarios han matado, claman delante de Dios.

Tras el percance que tuvo el religioso, se informó luego que sufrió una hipoglicemia, por lo que al término de la actividad fue hidratado en una ambulancia que se encontraba en el lugar.

Molina también deploró la doble moral con la que actúan muchas personas. “La doble moral está acabando con la sociedad”, dijo en el acto al que asistieron miles de evangélicos.

Fuente: Listín Diario

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