La dimisión inesperada del jefe de Gabinete obliga a una remodelación en la Casa Blanca
Washington.- El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció este lunes la dimisión en pleno inicio de un año electoral de su jefe de Gabinete y mano derecha, William Daley, quien será reemplazado por el hasta ahora director de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, Jack Lew.
«No cabe duda de que voy a echar muchísimo de menos el tener a Bill a mi lado en la Casa Blanca», declaró este lunes el presidente estadounidense en una breve comparecencia a los medios para anunciar el relevo. «Ha sido una decisión muy difícil para mí» el permitir que el jefe de Gabinete regrese a Chicago, agregó.
Daley presentó su dimisión a Obama la semana pasada, tras las vacaciones navideñas, en un hecho que tomó al gobernante por sorpresa y, aunque el mandatario le pidió que lo analizara durante unos días, el jefe de Gabinete insistió, finalmente, al término del plazo en su decisión de retirarse del cargo.
Según el mandatario, la razón aducida por Daley, quien, de acuerdo con altos funcionarios, se convertirá en copresidente de la campaña de reelección de Obama con miras a los comicios de noviembre próximo, es que «quiere pasar más tiempo con su familia».
El jefe de Gabinete ha estado «íntimamente implicado» en cada una de las grandes decisiones que se han adoptado en el último año en la Casa Blanca, desde el final de la guerra en Irak y el apoyo al pueblo libio hasta la presentación del plan de empleo, pasando por la aprobación de los tratados de libre comercio con Corea del Sur, Panamá y Colombia, indicó el mandatario.
Pese a ello, expresó su «absoluta confianza» en el nuevo jefe de Gabinete, Jack Lew, ex número dos del Departamento de Estado y que como director de la Oficina de Presupuesto ha ayudado a «enderezar la economía».
Según recordó, Lew se encargó en los primeros años de su Administración de gestionar los fondos del Departamento de Estado como «número dos» de la secretaria Hillary Clinton.
Durante la Administración Clinton (1993-2001) fue también director de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB), cargo al frente de la cual presentó tres años seguidos superávit presupuestario.
La noticia de la marcha de Daley, de 63 años y empresario de profesión, ha caído como una bomba en los círculos políticos de Washington, en pleno inicio de un año electoral.
El jefe de Gabinete -el cargo más parecido al de primer ministro en la Administración estadounidense- sólo ha estado un año en este puesto, después de que Obama anunciara su nombramiento el 6 de enero del año pasado para sustituir a Rahm Emanuel, actual alcalde de Chicago.
Entonces fue nombrado para restablecer las buenas relaciones entre la Casa Blanca y la comunidad empresarial tras una serie de roces en los primeros dos años de la Administración, pero esos vínculos continuaron en un estado de frialdad.
Tras los primeros meses comenzaron a surgir las primeras críticas sobre su gestión en un año de intensas confrontaciones con el Congreso por asuntos como el aumento del techo de la deuda que llevaron los índices de popularidad presidenciales a los momentos más bajos de su mandato.
Daley había insinuado el pasado octubre en una entrevista concedida sin el plácet de la Casa Blanca que se planteaba su marcha, si bien dejaba claro que pensaba permanecer hasta después de las elecciones de noviembre.
La Casa Blanca anunció a finales del 2011 que las tareas de rutina del jefe de Gabinete pasarían a manos de otro alto funcionario, Peter Rouse, quien ya había desempeñado esa función de modo interino entre la marcha de Emanuel y la llegada de Daley.
Daley, parte de una familia de rancio abolengo político en Chicago, pues tanto su padre como su hermano, Richard, ocuparon durante años la Alcaldía de esa ciudad, pasó así a asumir tareas más de asesor presidencial y de supervisor.
La renuncia de Daley se hará efectiva a finales de este mes, una vez que Obama haya pronunciado su discurso sobre el Estado de la Unión.
Ello dará el tiempo suficiente a Lew a preparar la propuesta de presupuesto para el próximo año fiscal que la Casa Blanca tiene previsto presentar ante el Congreso el 6 de febrero. Obama tendrá también que designar un nuevo responsable para la OMB y decidir cuáles serán las competencias de Rouse a partir de ahora.
Daley, por su parte, no se alejará por completo del entorno de Obama, pues se convertirá en uno de los copresidentes de la campaña electoral del presidente de cara a noviembre, según altos funcionarios. EFE
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