Gobierno colombiano y FARC acercan posiciones para iniciar el diálogo de paz
Bogotá.- El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se comprometió a no repetir «los errores» cometidos en anteriores intentos de buscar la paz, mientras las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron que están dispuestas a dialogar «sin rencores ni arrogancias».
Tanto Santos como el máximo líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias «Timochenko», dieron hoy a conocer sus posturas de cara a la apertura formal de un proceso para lograr el fin del conflicto armado colombiano, después de las conversaciones exploratorias mantenidas por ambas partes en los últimos meses.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se refirieron hoy por primera vez a las conversaciones en un vídeo difundido por internet que incluye una canción a ritmo de rap sobre el diálogo que comenzará formalmente en Oslo el mes próximo y que después continuará con la instalación de las mesas en Cuba.
«Timochenko», también conocido como «Timoleón Jiménez», sucedió a finales de 2011 al frente de las FARC a Guillermo León Sánchez, «Alfonso Cano», muerto en combate con militares.
«Llegamos a la mesa de diálogos sin rencores ni arrogancias», afirma «Timochenko» al inicio del vídeo para después cerrarlo con la proclama: «hemos jurado vencer y venceremos».
La canción es interpretada por dos insurgentes jóvenes vestidos con pantalón de camuflaje y una camiseta con el rostro del guerrillero argentino Ernesto «Che» Guevara.
La letra tiene alusiones a Santos y al expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien se ha manifestado contrario a la apertura de este nuevo proceso de paz desde que se hizo público la semana pasada.
«Me voy para La Habana, esta vez a conversar/ el burgués (Uribe) que nos buscaba/ no nos pudo derrotar», dice el rap, que tiene el acompañamiento musical de unos tambores y una guitarra.
La composición continúa así: «me voy para La Habana, esta vez a conversar/ con áquel que me acusaba de mentir sobre la paz./ Me voy para La Habana, supieran con qué emoción/ me voy a conversar la suerte de mi nación».
Hasta ahora el Gobierno colombiano ha dado escasos detalles de lo acordado con las FARC en las «conversaciones exploratorias», como las llamó Santos al confirmar el pasado 27 de agosto únicamente que habían tenido lugar como ya afirmaban medios como Telesur.
Sin embargo, la cadena de radio colombiana RCN divulgó la semana pasada el principio de acuerdo y detalles sobre cómo será el proceso en el que Cuba y Noruega actuarán como garantes y Venezuela y Chile como acompañantes.
«Con mucha esperanza los colombianos estamos viendo si podemos finiquitar este conflicto que tantos dolores nos ha causado», dijo este lunes (ayer) el presidente Santos en un programa radial difundido por varias emisoras del norte de Colombia.
Santos recordó que «siempre todas las guerras terminan con un tipo de acuerdos, de diálogos», por lo que apuntó: «por eso queremos ponerle fin a este conflicto a través de un acuerdo y de un diálogo sin que volvamos a repetir los errores del pasado».
El anunciado proceso será el tercero formal del Estado colombiano con las FARC en la larga historia del conflicto armado interno.
El primero lo promovió el presidente conservador Belisario Betancur (1982-1986), que avanzó hasta un alto el fuego, y el segundo lo llevó a cabo el también conservador Andrés Pastrana (1998-2002), que aceptó desmilitarizar una gran zona del sur del país y nunca cesaron las hostilidades.
En ambos casos terminaron en fracaso.
El texto del acuerdo divulgado el 29 de agosto por RCN señala que ambas partes se comprometen a «iniciar conversaciones directas e ininterrumpidas» con el compromiso de «poner fin al conflicto como condición esencial para la construcción de la paz estable y duradera».
El documento, de cuatro folios, establece que el diálogo versará sobre «política de desarrollo agrario integral», «participación política», «fin del conflicto», «solución al problema de las drogas ilícitas», «víctimas» e «implementación, verificación y refrendación».
En el texto se abordan asuntos como un cese el fuego y de hostilidades, «bilateral y definitivo», el abandono de las armas y la reinserción de los guerrilleros, incluso en la política, como oposición y mediante los movimientos que surjan del acuerdo final, según informó RCN. EFE
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